Introducción
El dispositivo se llama Comfort-In ™ y es de un solo uso y desechable. El proceso es similar al de las pistolas inyectoras que existen desde hace años, pero esos primeros dispositivos requerían una limpieza y un mantenimiento periódicos.
Comfort-In ™ utiliza alta presión para propulsar una dosis líquida y estéril de una vacuna o fármaco a través de la piel e introducirla en el organismo a través de chorros microfinos para administrar la medicación a través de la piel con presión de aire a alta velocidad, de forma similar a como funciona un aerógrafo.
Comfort-In ™ es lo bastante preciso como para administrar insulina en el tejido graso justo debajo de la piel, en lugar de en el tejido muscular. Esto puede ser especialmente útil en los países en desarrollo, donde preocupa que las inyecciones inseguras propaguen enfermedades de transmisión sanguínea como la hepatitis B y C y el VIH a través de agujas y jeringuillas reutilizadas.
Comfort-In ™ utiliza alta presión para propulsar una dosis líquida estéril de una vacuna o medicamento a través de la piel y hacia el interior del organismo.
Esto hace que el Comfort-In ™ sea una gran elección para cualquier persona que necesite inyecciones de forma regular: tanto si es una enfermera que administra vacunas en su clínica local como si es un atleta que se pone inyecciones antes de competir, esta sencilla herramienta le ayudará a asegurarse de que todo el mundo recibe lo que necesita cuando más lo necesita.
Un inyector a chorro es un dispositivo que administra medicamentos mediante una inyección a chorro sin aguja. El medicamento suele administrarse mediante una bomba de jeringa automática, pero también puede accionarse manualmente. La inyección a chorro se utiliza desde la Segunda Guerra Mundial para administrar vacunas al personal militar en situaciones de combate y, más recientemente, como alternativa a las inyecciones con aguja para inmunizaciones, vacunas antialérgicas y otros medicamentos administrados en casa o en hospitales.
Comfort-In ™ es lo bastante preciso como para administrar insulina en el tejido adiposo situado justo debajo de la piel, en lugar de en el tejido muscular.
La insulina, una hormona que ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, se administra mediante una inyección. El método tradicional de inyección con aguja requiere aplicar presión sobre la piel e inyectar la aguja en el tejido muscular justo debajo de ella, lo que provoca molestias y a veces hematomas o hemorragias.
Las plumas de insulina utilizan cartuchos de plástico desechables con una punta de aguja en un extremo. El cartucho se inserta en un dispositivo que administra la insulina a través de este tubo hueco y la aguja en su extremo.
El nuevo dispositivo utiliza impulsos eléctricos aplicados directamente a través de la piel para generar pequeñas burbujas en la capa de tejido graso que hay justo debajo (la capa subcutánea). La insulina se inyecta en el cuerpo a través de estas burbujas sin necesidad de agujas ni inyecciones, un proceso que dura menos de dos milésimas de segundo.
Es muy rápido: aproximadamente dos milésimas de segundo, lo que reduce el dolor porque los nervios no tienen tiempo de registrarlo.
Una inyección sin aguja es rápida e indolora porque el nervio no tiene tiempo de reaccionar. La inyección dura aproximadamente dos milésimas de segundo, lo que es demasiado rápido para que usted la sienta.
La aguja es tan fina que resulta difícil verla. También es tan fina que no se puede sentir cuando atraviesa la piel, lo que significa que experimentará poco o ningún dolor durante el proceso.
El dispositivo sin aguja puede ser especialmente útil en los países en desarrollo
El inyector sin aguja puede ser especialmente útil en los países en desarrollo, donde preocupa que las inyecciones inseguras propaguen enfermedades de transmisión sanguínea como la hepatitis B y C y el VIH a través de agujas y jeringuillas reutilizadas.
En países desarrollados como Estados Unidos, las prácticas de inyección más seguras han reducido el riesgo de contraer estas enfermedades por un pinchazo accidental con una aguja usada. Pero incluso con agujas nuevas, algunas personas pueden seguir siendo reacias a inyectarse porque temen el dolor o desconfían de los profesionales médicos. El inyector sin aguja podría facilitarles el cumplimiento de las órdenes del médico, o podría ayudar a algunos pacientes que luchan contra la adicción a superar su miedo a las agujas mientras reciben tratamiento con metadona (un medicamento que se suele utilizar para tratar la dependencia de los opiáceos).
Elimina la contaminación cruzada
Los adaptadores y jeringas del Comfort-in ™ son esterilizados con irradiación gamma y son desechables, eliminando la posibilidad de contaminación cruzada.
Conclusión
Comfort-In ™ es rápido, seguro y fácil.
La inyección sin aguja es más eficaz que con una aguja convencional, fácil ya que toma menos de un tercio de segundo para atravesar la piel por el micro-orificio generado con la tecnología de la Comfort-in ™ inyección a presión sin aguja.
Comfort-In ™utiliza en diferentes ámbitos, cómo, médicos, odontólogos para la anestesia y otros medicamentos.
Llega la nueva inyección sin aguja y sin dolor